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Un mes especial


Las conocidas siglas del mes de אלול son: אני לדודי ודודי לי – Yo soy para mi Amado y mi Amado es hacia mí. La virgen es el signo del zodíaco que representa el mes. Se trata, entonces, de un mes de amor intenso entre Di-s y Su Pueblo.

La costumbre de recitar Selijot durante cuarenta días no es una preparación para Rosh Hashaná, sino que cada uno de los días de Elul es de por sí valioso. “¿Quién no teme de un león que ruge?…” אריה es un león; incluyendo אלול, ראש השנה, יום כיפור, הושענא רבה. En estos días del calendario Judío, muchísimos años atrás, Moshé estuvo en compañía de Di-s hasta que perdonó el pecado del Becerro de Oro. Son días especiales de misericordia y piedad, y no deseamos perder siquiera uno de ellos. Son días propicios para acercarse a Di-s y por ello tratamos de aprovechar cada momento y recitamos Selijot. Di-s nos reveló que el modo de acercarnos a Él es mediante la pronunciación de los Trece Atributos de Misericordia en las Selijot. Al oírnos recitarlos, Di-s nos puede contener Su Misericordia.

En su libro Tzeror Hamor, el suegro del Bet Iosef recalca las palabras particulares utilizadas por Di-s en la anterior revelación y mencionadas en el Talmud (R”H 17a) כל זמן שישראל עושים לפני כסדר הזה Siempre que llevan a cabo este servicio delante de Mí (los Trece Atributos)… ¿Por qué no utiliza un vocablo más adecuado como dicen o recitan  delante de Mí, en lugar de llevan a cabo?

La respuesta es que para conectarse con Di-s y lograr Su Misericordia, lo principal es vivir acorde a Sus Atributos y llevarlos a cabo. Algunas personas se pasan todo el mes de Elul recitando las Selijot, pero se olvidan de llevar las enseñanzas de las Selijot a la práctica. Rabí Iehudá Ades shlit”a relató que cierta vez una pareja acudió a él pidiendo ayuda para solucionar una disputa. En Israel es común recitar las Selijot a medianoche y muchas mujeres participan de ellas también. Al nacerles un bebé, esta pareja se enfrentó a un dilema: para que ambos pudieran participar de las Selijot, era necesario encontrar una niñera dispuesta a quedarse a las altas horas de la noche, lo cual era imposible. O el padre o la madre tendría que quedarse, y no podían llegar a un acuerdo quién de los dos sería.

El Rav Ades le respondió que fueran ambos y él se quedaría con el bebé. Pues es importante acudir a la sinagoga para recitar las Selijot, pero más importante aún es llevar a cabo los Atributos de Misericordia que recitamos. Si nuestros hijos nos requieren, entonces no hay mayor bondad y piedad que estar para ellos. Este es el lazo más fuerte que tenemos con Di-s. Por supuesto, al final el Rav Ades no se quedó a cuidar al bebé, pues la pareja llegó a una más sincera comprensión de lo que se tratan las Selijot.

El vocablo Elul no pertenece al idioma hebreo, sino al babilónico, e indica la búsqueda de un camino. (Véase Onkelos en Bamidvar, sobre las palabras לתור את הארץ). Esta época del año es un tiempo de búsqueda, un tiempo de marcar el camino para todo el año. La palabra Elul también contiene las siglas de ומל ה’ אלוקיך את  לבבך ואת לבב זרעך – Di-s circuncidará vuestros corazones y el de vuestros descendientes… Una tercera sigla para la palabra Elul: איש לרעהו ומתנות לאביונים, las palabras que utiliza la Meguilá de Purim indicando la mitzvá de entregar Mishlóaj Manot.

Estas tres siglas son paralelas a las tres formas de desarraigar los malos decretos: תשובה, תפילה וצדקה מעבירין את רוע הגזירה – el arrepentimiento (corazón circuncidado), las plegarias (aludidas en el acrónimo de Yo soy para mi Amado) y la caridad (aludidas en los Mishlóaj Manot), pueden abolir los malos decretos.

La palabra Teshuvá no significa sólo arrepentimiento, también significa retornar. Retornar a los Caminos de Di-s y, en última instancia, a nosotros mismos.


Mostrando interés

 

Entrando al mes de Elul, sería apropiado hacer referencia a las enseñanzas de nuestros Sabios acerca del último mes del año. Los Sabios nos dicen que el mismo nombre del mes nos enseña cómo debemos prepararnos para las Festividades Solemnes: el vocablo אלול  – Elul, indica las siglas de איש לרעהו ומתנות לאביונים, una frase que representa el interés y compasión por los demás.

La pregunta que se despierta es obvia, pues al aproximarse los Días del Juicio buscamos modos de acercarnos a Di-s; y en este aspecto, ¿qué influencia puede tener nuestra relación con los demás? Todos sabemos que תשובה, תפילה וצדקה מעבירין את רוע הגזירה – los malos decretos son suspendidos mediante el arrepentimiento, las plegarias y la caridad. Nuevamente somos testigos de que para recibir un veredicto favorable debemos combatir en un doble frente: el de nuestra relación con Di-s y la relación con las personas. ¿Por qué? Si busco acercarme a Di-s, ¿por qué necesito mejorar mi relación con mis compañeros?

El יסוד ושורש העבודה explica que cuando una persona está descontenta, si se la ignora, su dolor se intensifica. Por el contrario, si se le demuestra un interés y compasión sinceros, la tristeza se desvanece en gran medida. Lo mismo ocurre con la felicidad. Una alegría compartida con los demás, se intensifica. Por el contrario, cuando nadie participa de tu alegría, o no tienes con quién compartirla, ésta también disminuye rápidamente. Cuando un judío sufre, Di-s comparte su dolor. Cuando tú compartes el dolor con este judío, a su vez estás aliviando el dolor de Di-s. ואהבת לרעך כמוך no es meramente la forma de relacionarse con los demás, sino también de conectarse con el Todopoderoso.

El Ba´al Shem Tov señala otro punto importante; שויתי ה’ לנגדי תמיד – coloco a Di-s frente a mí, siempre. La palabra לנגדי – frente a mí, viene a enfatizar que Di-s se encuentra frente a ti, junto a tu oponente: háblale y sonríele, pues Di-s se encuentra allí nomás, encima de él, esperando vuestra conciliación. Él está allí, y cuando te comunicas positivamente con tu oponente, te conectas con Di-s. Llévate bien con todos y Él se encontrará de tu lado.

El punto del יסוד ושורש העבודה toma vida en la conocida historia acerca de Rabí Arie Levín. Este relato hace resaltar el modo correcto de comportarse con los demás. En un momento dado, cuando la esposa del Rav no se sentía bien y fueron juntos a visitar al médico, Rabí Arie Levín le dijo: “la pierna de mi esposa nos duele”. A él le importaba sinceramente de los demás y el dolor de ellos era su propio dolor.

Siendo así, sería un grave error pensar que para obtener un veredicto favorable es necesario concentrarse solamente en la relación con Di-s, pues la forma en que nos relacionamos con nuestros semejantes realmente afecta al modo en que Di-s nos observa a nosotros y a cómo nos conectamos con Él.

El Kelí Iakar señala que los Keruvim nos enseñan esta importantísima lección. En tanto que sus alas apuntaban hacia el cielo, sus rostros se miraban mutuamente. Las alas simbolizan la relación de la persona con Di-s, mientras que los rostros enfrentados enfatizan la importancia de mantener una buena relación con los semejantes. Estos dos aspectos del Servicio a Di-s se complementan uno al otro.


Auto-superación mediante auto-crítica


שופטים ושוטרים תתן לך בכל שעריך – Jueces y agentes policiales habrás de fijar para ti en todos tus portones…  (Devarim 16:18)

Rabí Jaim Vital escribe que estas palabras no hacen alusión solamente a la sociedad como un ente, sino también a cada individuo a nivel personal. Esto se basa en la asombrosa forma gramática del término לך – para ti mismo – en singular y no en plural, además de aparentemente estar de más en la frase. Resulta, entonces, que la Torá le está ordenando a la persona que se juzgue a sí misma y a sus acciones. Para lograrlo, necesita tener consciencia de sí mismo. De hecho, el Jafetz Jaim hace el siguiente comentario: “El mayor חשבון (recuento) que tendremos que hacer en el Día del Juicio será por haber vivido sin un correcto חשבון”.

Ahora sí, ¿cómo enfrentamos el hecho que varios terapistas se oponen a la auto-crítica? Ellos temen que una pregunta como “¿cómo pude ser tan torpe?” puede llevar a la depresión.

La respuesta es que la auto-crítica no necesariamente pone en juego nuestra auto-estima, potencial o intelecto. Una auto-crítica que nos lleva a pensar que no valemos nada, realmente es contraproducente. Sin embargo, evaluar si estamos actuando acorde a nuestro nivel, potencial o intelecto, puede ser muy valioso. A diferencia de la auto-crítica sobre el valor propio, al juzgar las acciones uno no se limita al pasado sino que también considera el presente y el futuro. Al considerarse a uno mismo poseedor de un gran poder y potencial, a pesar de los defectos, la persona puede auto-juzgarse con mayor nitidez y mejores resultados. Pues aun cuando uno se valora a sí mismo, queda lugar para la evaluación y auto-crítica; no sólo después de la acción, sino también en el transcurso de ella y precediéndola. Aclaremos un poco este punto:

El Shelá Hakadosh escribe que la persona posee siete aberturas – o portones – en el cuerpo: dos ojos, dos orejas, dos fosas nasales y una boca. Por medio de estos portones nos relacionamos con el medio ambiente. Por ello es tan importante colocar allí שופטים y שוטרים (jueces y policías). El cerebro recibe información y responde a ella por intermedio de estas aberturas, tanto emocional como intelectualmente. Aun así, debemos tener en cuenta que nuestras emociones e intelecto responden a los impulsos originados por esta información en forma invariable y casi “programada”. El lugar donde se lleva a cabo esta “programación” es la mente y el corazón. Estos dos órganos deben ser los שופטים  y שוטרים de los “portones del cuerpo”. La responsabilidad del intelecto y las emociones es de constantemente mejorar y clarificar la percepción, lo cual, en última instancia, ayuda a mejorar la conducta y las acciones.

Tomemos como ejemplo la prohibición del a Torá de hablar mal de los demás – lashón hará – un tema al cual el Jafetz Jaim le dedicó un libro entero. Además de este, también escribió una obra fantástica sobre el mismo tema, lamentablemente menos conocida, con el nombre “Shaar Hatevuná”. En este libro trata acerca de cómo combatir la mala costumbre de hablar lashón hará desde un punto de vista ético y de introspección. El Jafetz Jaim escribe que trabajando sobre una conducta estructural, percepción y auto-control, es posible cortar el vicioso lashón hará.

Imaginémonos por un instante a una persona que habla lashón hará, pero luego lleva a cabo una mínima introspección (“auto-crítica”) y se arrepiente de lo dicho. Una persona con auto-crítica positiva no llega a la conclusión que es un malvado por no haber tomado en consideración la prohibición de la Torá, sino que se da cuenta de que su forma de hablar negativa de los demás se debe a que no cambió su conducta estructurada o sus percepciones. La persona se da cuenta de que su conducta no encuadra con sus valores y creencias. Posiblemente, las palabras pronunciadas hayan brotado por algún impulso o falta de consciencia y no del deseo de dañar la imagen del compañero. Por el contrario, la auto-crítica negativa catalogaría a la persona como malvada por haber hablado lashón hará.

En síntesis, la correcta auto-crítica puede ser el mejor medio para hacernos felices a largo plazo y también la mejor forma de aprovechar bien estos días de Elul. Aun así, si se desaprovecha, puede convertirse en nuestro peor enemigo en una época del año en que no podemos permitirnos la depresión que acarrea.

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