Shemot 2013 spanish

   Qué y después cómo

 

¿Sabes cuál es el obsequio más importante que Di-s te otorgó y, probablemente, el más grande recurso en tu poder para prosperar? Es algo que te puede sacar de la mayoría de los problemas de la vida, algo que te puede ayudar a lograr el éxito que esperas en tu vida, algo que tal vez sea lo más fascinante de la Creación. ¿Sabes de qué se trata? De la capacidad de pensar. Es difícil acordarse de agradecer por cosas invisibles, y por eso a veces nos olvidamos de agradecer a Di-s por habernos brindado esta capacidad. Es algo que podemos notar sólo cuando alguien dice o hace algo ingenioso. En su introducción al Jovot Halevavot, Rabenu Bajié escribe que la primera cosa por la cual un ser humano debería estar agradecido al Todopoderoso, es por la capacidad de pensar. Es por ello que nuestro primer agradecimiento y pedido a Di-s en la amidá es אתה חונן לאדם דעת – Tú concedes sabiduría al hombre…וחננו מאתך חכמה בינה ודעת  – Agrácianos con comprensión, conocimiento e inteligencia…

Muchas veces la gente se paraliza en la vida, no por dejar de pensar, sino por no pensar con eficacia. Algunos tienden a culpar a Di-s por su falta de suerte; probablemente la forma de pensar que “Di-s tiene favoritismos y yo no soy uno de ellos”, sea una de las más destructivas que uno puede tener. No hay nada más lejano a la verdad que este pensamiento. Realmente la persona no tiene elección sobre su pasado o su futuro, pero en el presente, el ahora, Di-s nos da la oportunidad de tomar decisiones. Di-s nos da libre albedrío y espera que hagamos un mínimo esfuerzo, algo de hishtadlut. La parte más importante de este hishtadlut es pensar con eficacia. Di-s, Quien conduce el mundo de acuerdo a las normas encuadradas en la naturaleza, permite que las personas prosperen si toman una cierta ruta; aquella que naturalmente trae éxito a las personas. Si uno nunca prueba la ruta del éxito, nunca sabrá qué es lo que Di-s tiene preparado para él en su vida.

Los estudios demuestran que las personas exitosas tienen una cierta forma de pensar. Cuando yo me di cuenta de ello, comencé a dedicar gran parte de mi vida a estudiar los modelos de pensamiento de la gente que logra vivir feliz, que logra rapidez de lectura, encantar al público con sus palabras, dejar de fumar, bajar de peso y comer sano o entablar relaciones duraderas y sinceras. Siempre me pregunto ¿cuál es su fórmula secreta para prosperar? He estudiado cómo las personas generan creatividad y no dejo de quedar fascinado en este campo. Nunca dudé de que si uno conoce la forma de pensar de las personas exitosas, tiene más probabilidades de que Di-s le haga prosperar. Con sólo mostrarles una nueva forma de pensar o generar pensamientos eficientes, he ayudado a muchas personas a vivir una vida mejor. A continuación te pasaré sólo una de estas herramientas que te puede llegar a cambiar la vida.

La forma de inducir a cualquiera, incluido ti mismo, a pensar, es formulándole una pregunta. Cualquier pregunta eficaz lo logra. Si no se te ocurren formas de generar preguntas, utiliza la herramienta del Bóaz en su introducción a las Mishnaiot Kedoshim: formula cualquier pregunta relacionada con una de las seis palabras claves: quién/qué/cuándo/dónde/por qué y cómo. La mayoría de las personas exitosas primero se preguntan el “qué”: ¿qué quiero yo? ¿Qué quiere Di-s? ¿Qué quiere mi familia? ¿Qué quieren mis clientes? ¿Qué quieren mis alumnos? ¿Qué considero yo exitoso? ¿Qué hacen, piensan, creen, o sienten las personas exitosas en este rubro? Luego apuntan por escrito o en la mente diez cosas que quieren. Primero se preguntan y tratan de resolver con detalles el “qué”, y NO PREGUNTAN EL “CÓMO” HASTA NO HABER RESUELTO TODOS LOS “QUÉ”. El cómo queda para el segundo paso; más tarde la mente ya resolverá el “cómo” por sus propios medios.

Recién después de concentrarse en qué es exactamente lo que uno quiere, la mente se ingenia la respuesta al “cómo”; Di-s lo hace por uno. Muchas veces, Di-s obra milagros y le ayuda a la persona a resolver el cómo. (Nunca pensé cómo habría de escribir tantos artículos para thinkingaboutme.org; simplemente me hice un plano de lo que yo quería y comencé a escribir. El talento de salir con nuevas ideas cada semana es, evidentemente, un milagro.) Este es uno de los puntos en la creación donde podemos ver la Mano de Di-s que dirige el mundo. Lo único que necesitas hacer es resolver con tu mejor capacidad el “qué”.

Batiá, la hija del Faraón, paseaba por la orilla del Río Nilo con un grupo de sirvientas. Su meta era sumergirse en la mikve y convertirse al judaísmo. (Rashí Sotá 12) ¿Puedes imaginarlo? ¡La hija de Hitler convirtiéndose! ¡¿Cómo lo iba a lograr?! Entonces vio al pequeño Moshé en el río y se apiadó de él. Quiso salvarlo, pero sus sirvientas le advirtieron que estaría contradiciendo a la orden de su padre de matar a todos los bebés judíos. En aquel tiempo, el Faraón era el hombre más poderoso sobre la faz de la tierra. ¡¿Cómo lo iba a lograr?! Flotando dentro de su canastita, Moshé comenzó a llorar, despertando la compasión y piedad de Batiá. El bebé se encontraba fuera de su alcance, a una distancia de varias “amot“. Ella estiró su mano y el brazo milagrosamente se le extendió. ¿Qué pensó? Si sabía hasta dónde su brazo podía llegar y que bajo esas circunstancias no había forma de alcanzar la canastita… ¡¿Cómo lo iba a lograr?!

El Jafetz Jaim contesta que cuando se trata de salvar a otro, la persona debe hacer todo lo que está en sus manos y no preocuparse por “cómo” logrará aquello que parece estar fuera de su alcance. Di-s hará un milagro y “de algún modo” el resto resultará. Así es como ocurren los milagros; vienen a compensar por lo que la persona no puede hacer por sí misma. Lo mismo es cierto para la persona que se quiere ayudar a sí misma en la vida. Nuestra tarea en la vida es resolver de algún modo qué es lo que queremos, qué es lo que Di-s quiere, qué es lo que nuestros seres queridos quieren. No debemos permitir que el “cómo” se ponga en el camino. Entonces sí, hacemos todo lo que está a nuestro alcance. Muchas personas que conozco y prosperaron en distintas áreas de la vida, no sabían de antemano como los eventos habrían de desencadenarse. Pero tenían bien claro lo que querían e hicieron lo que estaba en sus manos para encaminarse en la dirección correcta. De algún modo (con la ayuda de Di-s) los eventos se desencadenaron para bien. Pues así es como Di-s obra milagros.

Miriam, la hermana mayor de Moshé, fue profetiza a los cinco años de edad. A su tierna edad ya estaba salvando con su madre a los recién nacidos judíos. Ella profetizó que su madre habría de dar a luz al redentor del Pueblo Judío. Cuando Moshé nació ya circunciso y la casa se alumbró con la luz de la Shejiná, Amram besó a su hija Miriam, alabándola por su correcta profecía sobre el bebé que su madre Iojéved habría de dar a luz. Sin embargo, el día que Iojéved tuvo que arrojar a Moshé al Nilo, Amram amonestó a Miriam, preguntándole qué habría de ser de su profecía. Aun así, Miriam estaba segura de que su hermano salvaría a la nación. Ella sabía qué habría de ocurrir, pero no sabía cómo. Estaba curiosa por ver cómo los eventos se desencadenaban (Di-s), y fue al río a observar. (Allí aprendió que Di-s tiene los medios más irónicos para lograr el “cómo”. ¡Di-s hizo que el mismo Faraón, quien mató a tantos bebés judíos y egipcios con la intención de matar al redentor de los judíos, fuera quien crió al redentor de los judíos en su propia casa!) Las mujeres judías en Egipto también poseían esta cualidad. Ellas confiaban en que la redención habría de llegar, a pesar de ser aparentemente imposible. Y por este mérito fuimos redimidos.

Muchos se paralizan en el cómo antes de tener bien claro el qué. Es como pensar antes del juego; quieren ganarlo antes de siquiera empezar. No así prospera la mayoría de las personas exitosas; uno necesita a Di-s para prosperar. Necesitamos que Él resuelva por nosotros el “cómo”.

Un último punto acerca del “qué”. Un motivo por el cual las personas no tienen éxito, es porque no saben justo qué quieren, o no logran discernir cuál es el “deseo” más importante en asuntos conflictivos. El Shem Mishmuel sobre Parashat Vaieshev escribe que de eso se trata el להט המתהפכת, la espada que impide a las personas llegar al Etz Hajaim, al ishuv hadaat y tranquilidad mental. להט además de espada puede referirse también al sentimiento  cuando la persona tiene un gran deseo o está decidida a hacer algo. Este afán y deseo confuso es lo que impide a la persona llegar al Etz Hajaim. Cuando los deseos se contradicen, cuando son flojos y endebles o מתהפכת en hebreo, la persona pierde la tranquilidad y su capacidad de ser creativa.

 

Rezar histéricamente

 

El Talmud en el Tratado de Berajot (24b) declara: quien levanta la voz al rezar es considerado carente de fe en Di-s. Rashí expone un motivo muy simple para esta declaración: Si Di-s se encuentra en todas partes, ¿para qué esta persona necesita levantar la voz? ¿Acaso Di-s no escucha también sus susurros? Al gritar durante las plegarias, es como si la persona mostraría que duda de la Omnipresencia Divina y de la capacidad de Di-s de oír el más mínimo susurro.

El Rebe the Kotzk formula una pregunta que no cualquiera podría preguntar: Si para despertar sus sentimientos y concentración durante las plegarias esta persona “inventó” el método de levantar la voz, ¿qué tiene de malo? ¿Por qué es considerado מקטני אמונה, falto de fe, al hacerlo?

Y responde que este es un método incorrecto, pues cuando uno ya está rezando, no es momento para tratar de lograr la concentración. ¡Uno debe encender el “modo plegarias” antes de comenzar a rezar! Entonces, al llegar a las plegarias desconcentrado, uno muestra que no cree realmente que sus plegarias son cruciales y que de ellas depende todo. Pues si lo creería, todo su enfoque sería distinto. Es más, la persona incluso debería rezar a Di-s antes de comenzar sus plegarias, para que le ayude a concentrarse correctamente. Y este es el objetivo de lo escrito en el Tratado de Berajot 30b: חסידים הראשונים היו שוהין שעה א’ ומתפללים כדי שיכוונו לבם לאביהם שבשמים – Los antiguos piadosos solían detenerse una hora antes de rezar, para lograr concentrarse durante las plegarias en el Padre del Cielo. El Rebe de Kotzk señala que debería estar escrito שוהין שעה א’ ואחר כך מתפללים, es decir, se detenían una hora y luego rezaban. De lo cual podemos deducir que en aquella “hora de espera” previa a las plegarias solían rezar y pedir a Di-s que les ayudara a obtener concentración en las plegarias.

En la Parashá de esta semana encontramos distintas terminologías con respecto a los rezos de la Nación Judía en la cúspide de su sufrimiento en Egipto: ויהי בימים הרבים ההם וימת מלך מצרים ויאנחו בני ישראל מן העבודה ויזעקו ותעל שועתם אל האלוקים מן העבודה (ב’ כג’)… ויאמר ה’ ראה ראיתי את עני עמי אשר במצרים ואת צעקתם שמעתי… (ג’, ז’) Y ocurrió en aquellos numerosos días, que le rey de Egipto murió y los judíos gimieron por el trabajo, y gritaron, y su clamor llegó a Di-s desde su esclavitud… Y dijo Di-s, he visto el sufrimiento de Mi pueblo en Egipto y he oído sus gritos.

El Zohar declara que esta clase de plegaria, זעקה, clamor, es una plegaria que jamás queda desatendida. Rabí Shimshon Pinkus describe esta clase de plegaria como un rezo histérico. Cuando una persona se pone histérica por algo que necesita, cuando clama a Di-s con una histeria genuina, su plegaria es la más poderosa que existe. El motivo por el cual esta plegaria se llama זעקה, es porque es un rezo proveniente del dolor y la comprensión que clamar a Di-s es la única alternativa. Y agrega el Rav Pinkus que la única razón por la cual no solemos rezar con “plegarias histéricas” es porque no comprendemos cuán grande es el riesgo en aquello que pedimos. Si nos dirigiríamos a las plegarias conscientes de que no estamos pidiendo simplemente el “pan y agua” para alimentarnos, sino que esto incluye también el no sufrir del estado mental y la tensión que padecen las personas necesitadas… Si al rezar por “paz” tendríamos en mente las terribles peleas que acontecen en algunas familias, peores que cualquier guerra; estaríamos histéricos, porque comprenderíamos qué es lo que está en juego. Cuando pedimos por nuestros hijos que crezcan en el camino de la Torá; estamos rezando por nuestro propio futuro. Si seríamos conscientes de la importancia de nuestro pedido, las plegarias se verían completamente distintas. Serían mucho más puras. Partirían de lo más profundo del corazón, y sin duda serían respondidas.

Al visitar a un enfermo en Shabat, se debe decir שבת היא מלזעוק ורפואה קרובה לבוא (Shabat 12b) Es Shabat y nos debemos abstener de clamar, y la cura está pronta a llegar. Se dice en nombre del Rebe de Kotzk que cuando la persona tiene un motivo para clamar y quiere gritar pero no puede; este es el grito más fuerte que hay. Y por eso, abstenerse de “clamar” en Shabat es tan grande y acerca la cura. Pues “gritar” no es necesariamente algo de mucho ruido. El clamor es el más profundo sentimiento del alma que se expresa mediante las lágrimas. Si tan sólo rezaríamos de esta forma…

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