Jukat- SPANISH

Eligiendo la elección Divina

En la Parashá de esta semana se relata una extraña escena que no debemos pasar por alto. Di-s le asignó a Moshé la difícil tarea de avisarle a su hermano mayor, Aharón, que habría de morir aquel día y no ingresaría a la Tierra de Israel. Es de entender, que a Moshé le costó mucho aceptarlo. Así fue, que en el último día de vida de Aharón, Moshé se comportó con él de una forma muy peculiar. Al darse cuenta de ello, Aharón le preguntó a su hermano menor qué estaba pasando. Moshé le respondió: “¿es posible que Di-s te haya encomendado algo (el alma) y ahora lo quiere de vuelta?”. Aharón le contestó que todos los utensilios del Mishkán estaban intactos y nada faltaba. Así continuó durante un rato, sin que Aharón se diera cuenta de lo que Moshé le estaba insinuando, hasta que finalmente este le pidió que ascendiera al monte Hor Hahar junto a su hijo Elazar… entonces sí, Moshé le preguntó a Aharón: “si Di-s habría de decirte que debes morir dentro de cien años, ¿lo aceptarías?”. Aharón respondió: “Tzadik HaDaián” – el Juez es totalmente justo, yo confío en Él y lo aceptaría. Entonces Moshé le preguntó a Aharón: “Y si Di-s te diría que debes morir hoy mismo, ¿aceptarías Su voluntad?”. Aharón respondió afirmativamente y Moshé le ordenó: “sígueme a la cima de la montaña, pues eso es precisamente lo que Di-s me ordenó transmitirte”.

Aharón caminó detrás de Moshé cual una oveja llevada a la faena. Di-s le dijo a los ángeles: En el momento de Akedat Itzjak, ustedes observaron con asombro. Vengan ahora y vean cómo el hermano mayor camina detrás de su hermano menor y acepta sobre sí el decreto de su muerte. (Midrash ilmedenu)

El Sifrí en Haazinu (y Rashí aquí) describe los últimos minutos de la vida de Aharón con detalles. Moshé le indicó a Aharón: Entra a la cueva. Y Aharón entró. Súbete a la cama. Y Aharón lo hizo. Extiende tus manos, extiende los brazos, cierra la boca, cierra los ojos… Aharón obedeció a cada indicación recibida. En aquel momento, Moshé dijo: “Dichosa la persona que muere de esta forma“. También Moshé deseaba morir así, y Di-s le concedió su pedido.

En relación a esto, R´Chechik zt”l hace dos preguntas obvias:

¿Cómo se entiende la comparación que hace Di-s entre el auto sacrificio en el Altar de nuestro Patriarca Itzjak a los 38 años y la aceptación de la muerte de Aharón a los 123 años?

¿A qué se refirió Moshé cuando pidió morir como su hermano mayor?

Aquí, la respuesta es muy fuerte y aplicable a cada paso que damos en la vida. Cuando Aharón optó por obedecer la voluntad Divina, aceptando morir, su aceptación fue tan significante a los Ojos de Di-s como la de Itzjak que extendió su cuello al cuchillo en manos de su padre.

Hay cosas que Di-s eligió que así ocurrieran en nuestras vidas. Depende de nosotros aceptar si Su elección es la que (creemos que) queremos o si no queremos los que Di-s eligió para nosotros. Al optar por la segunda opción, nos sometemos a la miseria. El momento que se siente con la mayor claridad que uno está siendo despojado de su elección, es al enfrentarse con la muerte. Quizás sea por ello que inconscientemente las personas tienen tanto miedo de la muerte; pues en la tumba no hay otra opción. “Game over”. Al enfrentarse con la muerte, Aharón la aceptó sin ninguna queja. . A esto se llama elegir lo que hay, lo cual para un ser humano, es un nivel muy alto de alcanzar. Cuando Di-s elige que ocurran cosas que tal vez no son de nuestra preferencia, como la muerte, o cualquier otra situación en la vida donde Di-s nos coloca un obstáculo en el camino, si logramos optar por reconocer que la decisión tomada por Di-s es buena, y que eso es lo que yo quiero que ocurra, entonces Di-s nos concederá el crédito que le otorgó a Itzjak en el Altar. A pesar de tener tan sólo 38 años de edad, la buena voluntad y pasión por aceptar el decreto Divino de Itzjak  eran de algún modo igual a la de  alguien que a los 110 años y en sus últimos respiros dice: Di-s, si Tú quieres que yo muera, entonces yo también quiero. Por más que no nos parezca, nuestro empleo, sustento, familia, salud, etc. pueden cambiar de un día para el otro. De pronto, un integrante de la familia puede ya no estar. Debemos aceptarlo, pues Di-s así lo eligió, y no hay nada que podemos hacer para evitarlo. Es lo mejor para el difunto y, de algún modo, también para nosotros. Pues eso es lo que Di-s eligió.

Por supuesto, una persona que se enferma no debe optar por permanecer enferma; la Torá nos enseña que debemos hacer todo lo posible por encontrar una cura (ורפא ירפא). Si una persona fue despedida del trabajo, no debe optar por permanecer sin empleo; pero debe optar por reconocer que el lugar donde estaba trabajando probablemente no haya sido indicado para él, y que su éxito económico, ético o de crecimiento personal se encuentra en algún otro lugar. Si alguien pierde todo su dinero, debe optar por entender que eso es lo que fue destinado para él, y es lo mejor que le puede haber ocurrido. Lo que le queda por hacer es encontrar la mejor forma de aprovechar lo poco que le quedó. ¿Por qué? Pues es la única alternativa racional que le queda.

Y esto es lo que Moshé anhelaba; aceptar y elegir lo que Di-s eligió.

 

Persiguiendo la paz con prudencia

 

ויבכו את אהרון שלושים יום כל בית ישראל . במדבר כ:כ”ט El Pueblo Judío lloró la muerte de Aharón durante treinta días.

Rashí señala que la palabra כל (todo) nos viene a decir que todos lloraron a Aharón – tanto las mujeres como los hombres. Aharón fue elogiado con la cualidad de אוהב שלום ורודף שלום (amante de la paz y perseguidor de ella) pues siempre hacía paz entre rivales y cónyuges.

La famosa enseñanza de Hilel se basa en el ejemplo de Aharón: Sé discípulo de Aharón; ama la paz y persíguela, ama a las personas y acércalas a la Torá (Avot 1:12). El Bartenura describe cómo Aharón lograba hacer la paz. Él se dirigía primero a una de las dos partes enfrentadas y le contaba cuán sinceramente arrepentida estaba la otra por haberla ofendido y por el roce causado, cuánto se avergonzaba de haber perdido el control y por ello, decía Aharón, me envío a pedirte disculpas. Luego le decía lo mismo al otro rival. Todo esto lo hacía Aharón sin realmente saber que alguna de las partes se hubiera arrepentido, aun así, gracias a sus relatos, cuando las dos partes se encontraban, lograban conciliarse rápidamente.

Los comentaristas notan que el título adjudicado a Aharón רודף שלום – perseguidor de la paz (ver el Rúaj Jaim de Rav Jaim Volozhiner y el Ben Iehoiadá del Ben Ish Jai sobre Sanhedrín 10b), hace uso de un vocablo con connotación negativa; perseguidor. De hecho, es un término que la Torá generalmente utiliza para describir a una persona que persigue a otra para matarla o causarle algún daño. ¿Por qué, entonces, se aplica un título así al gran buscador de la paz?

La respuesta es que para lograr la paz a veces uno debe ponerse del lado de uno de los rivales antes de seguir adelante con la búsqueda de la paz. Por ejemplo, imaginémonos que en la época de Aharón,  Reuvén se enteraba de que Shimón estaba propagando maliciosos rumores o conspirando contra él. Si Aharón trataba de lograr la paz diciéndole que escuchó a Shimón arrepintiéndose, y éste lo envío a pedirle perdón a Reuvén en su nombre; la táctica podría fácilmente fracasar debido a las sospechas de Reuvén acerca de las verdaderas intenciones de Shimón. En cambio, Aharón primero se ganaba la confianza de Shimón como “perseguidor de la paz”, aparentando tomar parte en la controversia. Él le decía a Reuvén que si los rumores acerca de la conspiración de Shimón eran verdaderos, entonces debía dejar las cosas claras y no perdonárselo. Recién después de haberle demostrado a Reuvén cuán importantes eran sus sentimientos para él y validarlos, Aharón encontraba alguna forma de resolver el conflicto: quizás los rumores eran falsos, quizás había un malentendido que se podía aclarar al hablar las cosas abiertamente. Pues sólo después de validar los sentimientos negativos de Reuvén sobre Shimón, es posible tratar su enojo y superarlo.

La Mishná acerca de Aharón y su “lema de vida” continúa diciendo: אוהב את הבריות ומקרבן לתורה (ama a las personas y las acerca a la Torá). Analicemos por unos momentos la conexión entre este aspecto de la vida de Aharón y su técnica de validar los sentimientos y puntos de vista de las personas. Muchas personas tienen la pasión de participar en programas de קירוב רחוקים, proponiendo a nuestros hermanos judíos una vida mejor mediante la observancia de la Torá y sus Mitzvot. El enfoque hacia el kiruv adoptado por mí y que considero eficaz, puede ser llamado “el método de la ósmosis”. El judaísmo es tan hermoso que no tiene por qué ser forzado a alguien. Quienes no lo observan, mayormente nunca probaron su verdadero sabor. Debemos tener en cuenta, que los valores de las personas siempre son influenciados por el entorno; es así que forjando una relación amistosa, aun sin forzar una discusión acerca de los asuntos religiosos, podemos ayudar a una persona no observante a contactarse con muchas cosas del judaísmo que pueden relacionarse a su nivel.

Por supuesto, existen también los que utilizan el método de “únete a nosotros” o “cambia a nuestro estilo de vida”. Este método generalmente es más eficaz en las zonas periféricas, donde comenzar a observar la Torá no implica tener que abandonar un círculo de amistades o grupo social. Sin embargo, en las ciudades grandes donde los no observantes frecuentemente viven cerca de la comunidad observante, muchas veces les es difícil verse a sí mismos abandonando el círculo al que pertenecen y vinculándose con un círculo del cual siempre se rehuyeron. El método de Aharón de “jugar en la cancha de ellos y con sus reglas” puede ser eficaz aun en situaciones como estas. En nuestros términos, sería tratar de percibir lo que el judaísmo puede significarles a nuestros vecinos no observantes y conversar acerca de los temas de la Torá con los que son capaces de relacionarse. Esto puede implicar también una simple invitación a participar de la deliciosa mesa festiva de Shabat. Al mostrar afecto y cariño, y validar los valores correctos del vecino no observante, es posible acercar incluso al más distante de los corazones.

Al comprender la conducta de Aharón, nos damos cuenta de que no es necesario buscar demasiado lejos para encontrar judíos ignorantes o alejados y acercarlos al judaísmo. Y si poseemos un correcto אהבת ישראל, este puede ser incluso nuestro vecino de puerta a puerta .

 

Un judío judío

 

וישמע הכנעני מלך ערד יושב הנגב כי בא ישראל דרך האתרים וילחם בישראל וישב ממנו שבי (במדבר כא:א) Cuando el rey cananeo de Arad, habitante del Néguev, oyó que los judíos viajaban por la ruta de Atarim, los atacó y tomó de ellos rehenes (Bamidvar 21:1).

¿Quiénes eran estos atacantes “cananeos”? Rashí (en base al Midrash) explica que realmente eran amalekitas que habían cambiado su idioma al de los cananeos a fin de confundir a sus víctimas. Ellos pensaban engañar a los judíos, quienes rezarían a Di-s para que entregue a los cananeos en sus manos y sus plegarias serían en vano. Empero, afortunadamente, los judíos descubrieron el engaño, pues a pesar de hablar como cananeos, vestías como amalekitas. Así fue que pidieron a Di-s que los salvara de quien fuera que los estaba atacando, y Di-s respondió a sus plegarias.

Ahora bien, cabe preguntar: si los amalekitas realmente trataban de ocultar su identidad y pasar por cananeos, ¿por qué no se vistieron también como cananeos?

La respuesta nos puede dejar pensativos: ¡pues de haber adoptado tanto la vestimenta como el idioma cananeo, ellos hubieran perdido su identidad, convirtiéndose realmente en cananeos! Entonces sí, al rezar los judíos por la victoria frente a los cananeos, sus plegarias habrían de funcionar.

Pues la realidad es que cuando la persona cambia su forma de hablar junto a su forma de vestir, toda su identidad cambia también. Este concepto es de suma importancia en varios aspectos, especialmente en la educación. Un niño bien formado necesita poseer un sentido de identidad, sentir a qué grupo pertenece. Cuando los padres no están conformes con sus propias tradiciones o entorno, esta crisis de identidad generalmente también es pasada a sus descendientes. El niño queda colgado, sintiendo que es preferible no poseer identidad que tener una doble identidad. Los padres consternados se preguntan cómo es posible que el niño a quien brindaron tanto amor todavía no sea capaz de encontrarse a sí mismo. Sin embargo, ¿cómo pueden brotar frutos cuando las raíces son tan endebles?

Seamos realistas; la forma en que nos presentamos ante el mundo no es solamente cómo somos identificados por los demás, sino también cómo llegamos a identificarnos nosotros mismos. Con sólo mirarnos por unos instantes frente al espejo, podemos darnos cuenta qué clase de auto-identidad estamos creando. La vestimenta diaria afecta al modo de pensar no menos que un traje de gala a una fiesta elegante. Cuánto más para un judío. Por ejemplo, alguien que se presenta sin cubrirse la cabeza o con un nombre no judío, muestra que su identidad judía se encuentra en una muy baja jerarquía de su escala de valores. Esto repercute negativamente en su identidad judía así como en la de sus hijos.

No es por nada que en el Berit Milá se dice: כשם שנכנס לברית כן יכנס לתורה לחופה ולמעשים טובים – Así como entró al pacto de la Nación Judía con Di-s, también tenga el mérito de estudiar Torá, casarse por Jupá y vivir una vida de buenas acciones (Shabat 137b). Observemos que se utiliza aquí la palabra כשם en lugar de כמו, más comúnmente utilizada en hebreo para decir ´como-cual´. Una forma de explicarlo es que el nombre judío dado en el Berit Milá le adjudica al niño una identidad judía ya desde el comienzo. Sin embargo, a medida que el niño llega y se enfrenta a las futuras etapas de su vida, a veces ocurre desafortunadamente que Mordejai se convierte en Max, Jaim se cambia a Víctor y Shemuel a Sami. El cambio de nombre puede anunciar – y sin duda refuerza – un cambio de identidad. Es por ello que decimos כשם y no כמו. Nos referimos no sólo a ´como´, sino a ´así como el nombre´. Pedimos que el pequeño Mordejai, Jaim o Shemuel sea capaz de conservar su identidad judía con orgullo a lo largo de todas las etapas de su vida. Pedimos que Di-s le conceda el coraje de enfrentarse al futuro manteniendo la identidad que tanto significó a sus ancestros a través de la historia judía.

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