BALAK SPANISH
Bilam y Avraham: dos extremos del espectro
La Mishná famosa en Avot nos enseña que todo aquel que tiene un ojo malo, altivez de espíritu, y un fuerte deseo de buscar el placer y el materialismo, es discípulo de Bilam. Por el contrario, quien tiene un buen ojo, espíritu humilde y autocontrol, es discípulo de Avraham (cap. 5). Detengámonos por un momento a preguntar: por qué Avraham y Bilam fueron elegidos por el Taná para representar los dos extremos del espectro. ¿No podía ser Moshé o Aharón también un ejemplo perfecto de mentor de estos tres rasgos positivos? Y ¿no podía también el Faraón o Laván servir de mentor de estos rasgos negativos?
La realidad es que los nombres mismos de Avraham y Bilam ya sugieren un contraste. En hebreo, el nombre de Bilam transmite el concepto de bli am – sin nación. El nombre Avraham, por el contrario, significa Av hamón goim – el padre de muchas naciones. Y, de hecho, la historia así lo confirma: las dos naciones islámicas y cristianas tienen sus raíces en Avraham. Los rasgos sobresalientes de Avraham – como se especificó anteriormente – pueden muy bien haber sido la base del éxito para la fundación de las naciones. Bilam, por el contrario, encarna el poder, no de construcción, sino de destrucción. Con sus tres rasgos negativos más destacados, fue la mejor opción del rey Balak al buscar una forma de destruir a los Judios. Echemos un vistazo a los tres rasgos fundamentales identificados por la Taná en el Pirké Avot, y veamos cómo se aplican tanto a nivel nacional como personal.
El rey Salomón dijo: (לתאוה יבקש נפרד (משלי יח’ א. Rabeinu Ioná explica (en Shaaré Teshuvá) que cuando en una relación una de las partes busca el materialismo, está básicamente buscando la soledad. Cuando las relaciones se basan en los intereses de ambas partes compartidas en perseguir el placer y el materialismo, la relación no puede durar más que lo que prevalece un momento de diversión. Una vez que cesa la diversión, lo más probable es que la relación desvanezca. Además, cuando uno se centra en uno mismo, las necesidades del otro son fácilmente pasadas por alto. Las únicas relaciones que perduran, especialmente en el matrimonio, son aquellas en las que ambas partes comparten los objetivos y ambiciones de la vida. Por lo tanto, podemos ver cómo el énfasis puesto por Bilam en la búsqueda del placer, juega en contra de cualquier lazo o unión a largo plazo.
A nivel nacional, la búsqueda de placer y el egocentrismo pueden destruir incluso a las más grandes economías, algo imposible de solucionar en forma rápida, ni siquiera con el presidente más carismático. Lo que sí puede funcionar es un cambio del “enfoque de Bilam” al “enfoque de Avraham.” Avraham identificaba la bondad en persona; haciendo todo lo posible para servir a los transeúntes, viviendo en el desierto en una tienda abierta a todos, con el fin de estar allí cuando la gente más lo necesitaba; sin esperar nada a cambio. Sólo con esta ética es posible construir y preservar una nación.
Otra tendencia que puede destruir cualquier nación o relación es la soberbia, derivada de un sentido exagerado de auto valoración. Si un esposo (o esposa) cree que él es mejor que su cónyuge, esto sólo puede provocar distancia entre ellos. Es importante sentirse importante, pero no más importante que los demás. En tanto que Bilam es el arquetipo de la soberbia y el engreimiento, Avraham es todo lo contrario. A los visitantes que deseaban darle las gracias por su hospitalidad, les indicaba que debían agradecer a Di-s.
Como explicaremos a continuación, Bilam quería hacer daño a los Judíos en el desierto dando rienda suelta a su “mal de ojo” en contra de ellos. Sin embargo, no pudo hacerlo וירא ישראל שוכן לשבטיו … מה טובו אוהלך יעקב משכנתיך ישראל. (כד ‘: ה) , al ver las entradas de las tiendas del campamento de Israel que no se enfrentaban, proclamó: “¡Cuán grandes son tus tiendas, Iacov y tus moradas, Israel “¿Qué tenía de especial la disposición de las tiendas del campamento Judío que obligó a Bilam a pronunciar una bendición en lugar de la maldición que pensaba decir?
Para comprender la dinámica que aquí ocurre, debemos entender un poco acerca del mal de ojo. Al jactarse del éxito que uno logra, corre el riesgo de despertar el mal de ojo. Tal vez suene un poco místico, pero en realidad no es más que una telepatía mental. Es imposible subestimar el daño causado en cualquier comunidad, debido a quienes se jactan de sus propios éxitos o posesiones frente a quienes no poseen mucho de ambas cosas.
El resultado del mal de ojo puede ser la pérdida de esos recursos, lo cual trae aparejada una pesadilla adicional: quienes solían tener dinero y jactarse de ello, tratan ahora de ocultar la nueva realidad. ¡Si tan sólo hubieran sido más cuidadoso, cuánto más fácil serían su vidas ahora! Trágicamente, ellos tratan de seguir viviendo con un nivel que saben que jamás podrán volver a obtener. Para ello, piden préstamos de dinero sin ningún plan realista para poder devolverlo (lo cual a los ojos de la Torá es equivalente a robar). Alternativamente, pueden bajar su nivel de vida y bajar la cara con vergüenza, o salir de la clase alta del grupo social. Ambas alternativas son terriblemente dolorosas, causando la separación de familias e incluso comunidades enteras.
Con su corazón malvado, Bilam quería imponer este destino sobre nuestra nación. Él quería señalar con el dedo acusador a los Judios, afirmando que ellos también hacían alarde y se jactan de su éxito. Sin embargo, al ver las entradas de las tiendas que no se enfrentaban entre sí, se dio cuenta de que nadie estaba tratando de mostrar su nivel de vida, y nadie trataba de ver lo que pasaba con los demás. Aquellas personas bendecidas con la riqueza seguían el gran ejemplo de Avraham, utilizando los recursos para ayudar a los demás.
En realidad, Avraham y Bilam sí comparten un rasgo: el enérgico compromiso con sus ideales.
Cuando Di-s le permitió a Bilam que llevara adelante su misión, lo hizo con presteza, cargando a su burro temprano en la madrugada. Con esto, el no sólo esperaba interferir en el avance del Pueblo Judío, sino también ganarse el enorme pago del rey Balak. En contraste, cuando Di-s pidió a Avraham que sacrificara a su único hijo – su futuro – lo hizo con la misma presteza. Y esto a pesar de que al hacerlo Avraham veía la demolición de sus sueños y la pérdida de lo más valioso para él, aun así siguió adelante sin vacilar. De hecho, lo hizo con la felicidad interior de poder cumplir la voluntad Divina, como lo dice el piut: עין במר בוכה ולב שמח (el ojo que llora amargamente, pero con el corazón de alegra).
Si queremos hacer del mundo un lugar mejor para vivir, lo mejor que podemos hacer es seguir el camino de nuestro gran patriarca Avraham, y cultivar en nosotros mismos un ojo bueno y generoso, un espíritu humilde y el auto control que nos protege del auto-destructivo exceso de indulgencia.
Expresiones de amor
Todos admiten que hay 613 mitzvot en la Torá. Sin embargo, la definición de la palabra mitzvá puede tener un significado distinto a los ojos de diferentes personas. Algunos creen erróneamente que una mitzvá es una buena acción. Lo cual es un grave error, pues esto implicaría que las mitzvot son sugerencias de buenas acciones. Hazlo o déjalo pasar de acuerdo a tu humor o según las circunstancias. En realidad, la raíz de la palabra mitzvá es mandamiento. Un mandamiento es algo que uno debe hacer como judío observante.
La palabra mitzvá, en su significado más profundo, proviene del vocablo arameo צוותא, es decir, vínculos y lazos; pues a través de las mitzvot podemos conectarnos con el Creador. El Rabino Laurence Kelenman sugiere una nueva perspectiva. En primer lugar, él explica que en toda relación de amor, cuanta más atención se pone en los detalles, mayor es el amor. Si un cónyuge nota la atención, el esfuerzo y el pensamiento invertido por el otro para fomentar la relación del matrimonio, su amor es mucho mayor. Y cuando uno no lo nota, cuando uno no se molesta en reconocer este esfuerzo para mostrar afecto, entonces es… ¡miserable! egoísta y otras cualidad que prefiero no mencionar. Y cuando uno sí reconoce el amor brindado por el cónyuge y busca cómo brindárselo en respuesta, también él o ella buscará detalles para poder expresar su amor. Qué hermosa relación.
Esto concierne a nuestra responsabilidad de reconocer cuánto Di-s obra por nosotros, tanto en cantidad como en calidad, prestando también atención a cada mínimo detalle de nuestras necesidades. Debemos ser humanos y reconocerlo. Entonces sí, seremos capaces de amar a Di-s mucho más. Para expresar nuestro amor en respuesta, tenemos los detalles, 613 detalles. Estos son los 613 mandamientos, 613 expresiones de amor.
Esta semana, el burro de Bilam nos enseña cómo ninguna de las mitzvot debe ser ignorada. Cuando el burro fue reprendido por Bilam, le respondió: “…y ahora, me has golpeado tres veces”. Sin embargo, en lugar de utilizar el vocablo פעמים para decir ´veces´, el burro dijo רגלים, ´ocasiones´. Literalmente la palabra רגל significa pierna. El burro quería darle a entender: buscas desarraigar a una nación que celebra שלשה רגלים, tres festividades, año tras año.
¿Por qué eligió mencionar, de entre todas las mitzvot, justo el mérito de la celebración de las tres festividades?
Una bellísima respuesta propuesta por el Meló Haomer dice: vemos en el Midrash que Di-s le preguntó a Bilam: “¿Quieres maldecir y desarraigar a la nación judía? ¿Quién, entonces, cumplirá las mitzvot de la Torá si no ellos?”. A lo cual respondió Bilam: “Yo lo haré“.
Esto es lo que el burro quería decirle, sin embargo, Bilam no lo comprendió. Año tras año, tres veces, los Judíos celebran las festividades y cumplen la mitzvá de ascender a Jerusalén a pie. A esto se refería al cambiar el vocablo ‘veces’ por ´ocasiones´, a los שלשה רגלים del calendario Judío. La halajá indica que sólo una persona capaz de subir el monte del Har Habait tiene la mitzvá de Aliá lareguel. Y al ser rengo, Bilam no podía reemplazar a los judíos en el cumplimiento de las mitzvot, por estar exento de una de las 613: la de subir al Monte del Templo tres veces por año. De no ser por esta única mitzvá, Bilam nos podría haber maldecido y destruido.
CUÁNDO NO PUEDO DECIR “NO PUEDO”
En una ocasión, Rabí Moshé Feinstein zt”l se retrasó a una convención de Agudat Israel por culpa de un hombre que estaba rezando en el pasillo, impidiéndole el paso, pues la ley indica que uno no debe pasar delante de alguien que está en medio de la Shemoná Esré (Amidá). Rab Moshé se quedó allí esperando pacientemente con sus alumnos hasta que el hombre terminó de rezar. Los alumnos se sorprendieron por su estricta conducta, siendo que existe una opinión que dice que uno puede ser menos riguroso cuando hay una persona rezando en un lugar donde está bloqueando el paso de otra gente. ¿Por qué entonces Rab Moshé no se apoyó en esta opinión, especialmente teniendo en cuenta que mucha gente lo estaba esperando en la convención? Él explicó que no se podía mover porque una pared de ladrillos le bloqueaba el camino. O sea, era consciente de que la Presencia Divina se encuentra delante de quien reza.
Me gustaría utilizar esta conocida historia pata tratar uno de los temas clave de la porción de la Torá de esta semana, Parashat Balak, con respecto significado de las palabras que utilizamos a menudo: No puedo…
Cuando el rey Balak le pidió a Bilam que maldijera a los judíos, este le contesto que incluso si se le pagara con todo el oro y la plata de los tesoros de la casa de Balak, “él no podría” transgredir la palabra de Di-s. A pesar de la muy buena excusa de Bilam, Balak se enfureció. Nos preguntamos entonces: ¿no podía él entender que algunas cosas son imposibles?
La respuesta dada por Rab Shimshon Pincus zt”l, es que hay dos tipos distintos de “no puedo”. Un tipo es simplemente la declaración de un hecho, tal como, “no puedo saltar y tocar el sol”. Esa es una forma de expresar que uno es verdaderamente incapaz de hacer algo por más ganas que pudiera tener. Existe también otra clase de “no puedo”, tal como “¡no puedo ir a una fiesta de gala usando un traje de baño!”. Esta no es una respuesta final, no es absoluta. Si alguien ofreciera diez millones de dólares para quien se atreve a asistir a la fiesta de gala con traje de baño, algunas personas podrían fácilmente cambiar su “no puedo” por “¡puedo!”. Por el otro lado, obviamente, el “no puedo tocar el Sol” no va a cambiar aun si se ofrecen veinte millones de dólares.
Cuando Bilam le dijo a Balak que no podía transgredir la palabra de Di-s, Balak, entendió que si se le ofrecía suficiente dinero, el “no puedo” cambiaría a “puedo”. Obviamente se frustró al darse cuenta que el “no puedo” de Bilam se refería a que verdaderamente era incapaz debido a la oposición de Di-s. En realidad, Bilam no necesitaba un cheque de Balak como motivación para maldecir a los judíos; él los odiaba no menos que Balak, y quería exterminarlos. Sin embargo, Bilam entendió que transgredir la voluntad de Di-s equivale a saltar y tocar el sol.
Cierta vez le preguntaron al Dr. J, el jugador de básquet que inventó el golpe dunk: “¿crees que podrías saltar y tocar la parte superior del tablero también?”. Su respuesta fue: “¡pon un billete de veinte dólares allí arriba y lo descubriremos!”.
Si esta discusión te suena un poco rara, sugiero que te tomes unos minutos para hacer el siguiente ejercicio que me parece muy útil:
Anota todas las cosas en la vida sobre las cuales dices: “No puedo”. Luego pregúntate cuál de las dos siguientes definiciones de la palabra imposible es más cercana a tu modo de pensar:
1) Una acción que jamás alguien hizo y jamás alguien hará. .
2) Una acción tan regulada por tu sistema de valores que ningún otro valor en el mundo puede influenciar tu percepción de ella .
La diferencia entre las dos, por supuesto, es que la segunda definición, para la mayoría de la gente, puede estar sujeta a cambios. No para Rab Moshé – pues su supremo valor era no transgredir ningún precepto de Di-s y reconocer a Di-s donde fuera que esté. .
Si reunimos constancia y dedicación, lo que a veces consideramos que es imposible o fuera de nuestras posibilidades podría terminar probándose ser realizable. Esta revelación puede abrir nuevos horizontes para todos nosotros.